Siempre he buscado un sitio donde desahogarme. Un sitio donde poder expresar todo lo que sientes, todo lo que pasa por tu cabeza, aquello que sólo tú sabes. La timidez, el miedo a expresarlo, el qué dirán, el gran esfuerzo que cuesta expresarlo en palabras. No sé muy bien el que, supongo que cada situación es diferente.
¿Por qué hoy? Quizás porque ultimamente la palabra 'blog' está en boca de todos o quizá porque hoy era el día.
A lo largo del día, de la semana, de los meses, muchas cosas pasan por tu cabeza, muchos planteamientos, muchas situaciones de las que aprendes (o no, porque en un futuro volverás a caer). Buscas a aguien en quien confíar, en quien apoyarte, a quien contarle todo, pero, a veces, te lo quedas para tí.
Siempre me ha gustado (y a quien no), contar con gente en la que poder confíar plenamente, con la que no hacen falta las palabras para entenderse, en la que depositar todo lo que tienes sabiendo que no vas a perder nada, más bien vas a ganar. Por desgracia, no siempre es así.
A lo largo de la vida, de esta etapa, muchos huecos, vacíos, personas que no eran lo que parecían, decepciones. No se muy bien explicar cuál es la sensación que te queda cuando, después de haber hecho todo lo que estaba en tu mano, involucrarte como sólo tú sabes, te llevas una gran decepción. Pero bueno, supongo que, en definitiva, es mejor así.
Ahora sólo me queda agradecer lo que sea que haya hecho que esté aquí, sentado en un sofá algo incomodo, en una ciudad que jamás hubiera visto como 'mi ciudad' y, lo más importante, en uno de los mejores momentos de mi vida.
He encontrado el momento.
¿Por qué hoy? Quizás porque ultimamente la palabra 'blog' está en boca de todos o quizá porque hoy era el día.
A lo largo del día, de la semana, de los meses, muchas cosas pasan por tu cabeza, muchos planteamientos, muchas situaciones de las que aprendes (o no, porque en un futuro volverás a caer). Buscas a aguien en quien confíar, en quien apoyarte, a quien contarle todo, pero, a veces, te lo quedas para tí.
Siempre me ha gustado (y a quien no), contar con gente en la que poder confíar plenamente, con la que no hacen falta las palabras para entenderse, en la que depositar todo lo que tienes sabiendo que no vas a perder nada, más bien vas a ganar. Por desgracia, no siempre es así.
A lo largo de la vida, de esta etapa, muchos huecos, vacíos, personas que no eran lo que parecían, decepciones. No se muy bien explicar cuál es la sensación que te queda cuando, después de haber hecho todo lo que estaba en tu mano, involucrarte como sólo tú sabes, te llevas una gran decepción. Pero bueno, supongo que, en definitiva, es mejor así.
Ahora sólo me queda agradecer lo que sea que haya hecho que esté aquí, sentado en un sofá algo incomodo, en una ciudad que jamás hubiera visto como 'mi ciudad' y, lo más importante, en uno de los mejores momentos de mi vida.
He encontrado el momento.
Siempre recuerda que no habrá nadie mejor que nosotros para apostar por nosotros mismos...
ResponderEliminar¿Quién me iba a decir....?
Gracias al cielo por haberte traído a los parajes madrileños.
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