miércoles, 12 de mayo de 2010

Perdona si...


Entonces comprendió con extrema lucidez lo deseperada que era su situación. Sintió que se encontraba en el Valle de las Tinieblas y que toda su vida se desvanecía. ¿Dónde estaba? Le pareció que en un faro. Sin embargo, era su cerebro, del que emanaba una luza blanca, cegadora, que cada vez giraba más deprisa...
Fue de lo único que alcanzó a comprender. En el instante en que supo, dejó de saber.

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